Puede que a priori te suene raro ver que he incluido el ramo de novia en la saga de entradas sobre complementos, pero si sigues leyendo verás que tiene mucho sentido. A pesar de que las primeras fotos que comiences a guardar en tu carpeta de inspiración para la boda sean de este accesorio tan natural, debes esperar un poco para decantarte finalmente por una opción. Si te preguntas por qué la respuesta es bien sencilla: no puedes pensar en el ramo como un complemento aislado, sino que este también debe diseñarse con coherencia respecto al resto del look y a otros detalles que ahora veremos. Además, también voy a repasar otros aspectos como qué hacer con él tras la ceremonia o su forma.

Composición del ramo de novia

Quizás en un primer momento parezca que la composición del ramo de novia sea lo único en lo que hemos de fijarnos, pero hay mucho más detrás de esta decisión. De todos modos, y como de costumbre, voy a comenzar por el principio:

• TIPOS DE FLORES. Hay algunas chicas que no imaginan su ramo de novia sin su flor favorita, pero hay otras que ni siquiera tienen una. El caso es que seas la que seas tienes que saber que puedes escoger entre flores más románticas como la rosa inglesa o la peonía, silvestres, como la margarita o la lavanda, o incluso secas, entre otras opciones.

  

• COLORES. Si eres de las que tiene una flor predilecta puede que eso marque el juego de colores del ramo, pero te recomiendo que seas flexible con ello. Por ejemplo, si tu flor favorita es la rosa te aconsejo que optes por una tonalidad distinta al rojo o que si quieres que sí o sí esta esté presente que sea a pinceladas.
  Igualmente lo idóneo es que todas las flores que se usen para el ramo de novia vayan en la misma línea, a menos que quieras un ramo especialmente colorido. Algunos de los tonos que suelen funcionar bien juntos son el melocotón, el beis, el blanco, el rosa clarito… Pero está claro que hay opciones para todos los gustos y dependerá del estilo que quieras que tenga el accesorio.

  

• ÉPOCA DEL AÑO. Sin duda, esta es una de las variables que más va a condicionar el aspecto de tu ramo y que va a hacer que cambie también su precio. Dependiendo de la época del año en que te cases habrá ciertas flores de las que solo podrás disponer gracias a la importación, lo que hace que aumente el precio de las mismas. Obviamente el escoger opciones locales tiene el efecto contrario en los números.
  Por otra parte también hay variedades que evocan más unas estaciones del año que otras, es decir, en invierno un ramo con flores muy exuberantes y coloridas parece desubicado, mientras que uno compuesto por anémonas blancas o beis y flor del algodón, por ejemplo, funciona a la perfección.

  

• LOS VERDES. Cuando pensamos en el ramo de novia la cabeza gira directamente hacia las flores, pero gran parte de la composición trata de los tallos verdes que, al fin y al cabo, son muy variados en color, forma y precio. Dos favoritos tanto por su olor como por su forma son las ramitas de olivo y de eucalipto de hoja redondeada.
• CÓMO ATAR EL RAMO DE NOVIA. Muchas chicas tienen dudas respecto a esto, y la verdad es que tampoco hay demasiadas posibilidades. Puedes pedirle a tu florista que lo haga con un lazo de terciopelo que vaya con alguno de los otros complementos que lleves, con un trozo de tela del propio vestido o con algún tejido que vaya a estar presente el día de la boda.
  Algunas novias además deciden incluir algún detalle que les recuerda a esas personas que ya no están de modo que de alguna forma también estén presentes en su Gran Día.

EL CONTEXTO

Aspectos como el tipo de boda que vayáis a celebrar también servirán para definir el tipo de ramo que lleves el día Be, así que más vale que vayas anotando todo para que a la hora de tomar la decisión no haya confusiones.

• LUGAR DE CELEBRACIÓN. La localización va a condicionar tanto el ramo de novia como el resto de la decoración floral de la boda. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que se vería excesivo llevar un ramo a tope de color en una finca donde predominen los tonos tierra, por ejemplo. Igualmente, si hay una flor que predomine en el espacio en cuestión también podría quedar bien hacerle un guiño mediante este accesorio.
• TIPO DE BODA. Si estás planeando una boda de estilo rústico o campestre resultaría bastante extraño que el día Be te presentaras en el sitio con un ramo de forma redondeada y simétrica y repleto de rosas blancas o rosas. Lo lógico, en ese caso, sería que acompañaras tu estilismo con un ramo de novia con flores silvestres.
• VESTIDO DE NOVIA. Sucede exactamente lo mismo que con los otros dos aspectos anteriores. ¿Te imaginas a una chica con un vestido de corte princesa y superpomposo y con un ramo de flores tropical? Yo desde luego no. Lo mismo sucedería en el caso de que una novia boho llevara una ramo muy romántico, y es que una cosa es un detallito y otra algo que quede desfasado con el resto del estilismo.

  

LA FORMA

Hace unos años fue el momento de esos ramos de forma redonda que mencionaba anteriormente, al igual que hace algún tiempo más triunfaron las composiciones en forma de cascada. Sin embargo en las últimas temporadas las creaciones en las que predomina una asimetría muy estudiada y el aire entre las flores se ha alzado como una de las tendencias ganadoras en el ámbito nupcial.

Otra de las opciones más populares entre las novias es la berry fest, una variante de la forma circular pero compuesta por una variedad de flores mayor, lo que hace que sea más irregular y de aire campestre y no tan producido.

QUÉ HAGO CON EL RAMO

Sí, sí, sí, muy bonito y todo lo que quieras, ¿pero que hago con él una vez que han pasado la ceremonia y el cóctel? El día de la boda lo idóneo sería que tuvieras un jarroncito con agua listo para meterlo y que las flores aguanten bien el ajetreo del día. De este modo también te sentirás liberada durante el banquete y la fiesta.

Sin embargo, dejando lo anterior al margen, ¿es obligatorio que lo lance? Pues no, de hecho en las bodas nada debería ser obligatorio y cada pareja debería hacer lo que deseara para que su Gran Día fuera realmente auténtico. Si te apetece seguir la tradición lo haces y si no, pues nada, seguimos para bingo.

Por otra parte hay algunas chicas que deciden regalárselo a la siguiente pareja que se vaya a casar o a alguna persona especial: una amiga, su madre, su tía, su suegra… En el supuesto de que no te apetezca deshacerte de tu ramo de novia pero sí quieras tener algún detalle con alguien puedes optar por crear minirréplicas del original. ¡Ah, por cierto! No es obligatorio entregarlos montando una yincana, también lo puedes hacer de forma más discreta avisando solo al fotógrafo y videógrafo para que ellos se encarguen de captar el momento.

Por último, también has de saber que existe la posibilidad de conservarlo. Para ello tienes que poner tu ramo en manos de un profesional. Esta labor será más sencilla si has optado por las flores preservadas, aunque es algo que cada vez se hace menos.

¿Qué te ha parecido este repaso exprés sobre el tema del ramo de novia?, ¿te ha servido para aclarar las ideas? Sinceramente espero que sí, y si sigues teniendo dudas sobre tu estilismo te recuerdo que en el servicio integral de estilismo de El Plan Be también se incluye el de asesoría en cuanto a este complemento tan especial y que sin duda centrará las miradas el día de tu boda.