Justo cuando terminé de preparar las stories que he publicado hoy de lo que me ha resultado inspirador en diciembre va Romancera y muestra al mundo su nueva colección. En un primer momento me debatí sobre si incluir los diseños en esta tanda de historias, pero me ha gustado tanto la presentación que he preferido hablar de ella largo y tendido por aquí. Romancera es una firma nupcial que nació en Madrid hace apenas dos años y a la que llevo siguiendo casi desde entonces. A pesar de que se caracteriza por la costura a medida, como cualquier otra marca cada cierto tiempo presenta una pequeña cápsula que muestra cómo es su trabajo y justo eso es lo que ha hecho ahora.
LA NUEVA COLECCIÓN DE ROMANCERA
En septiembre el equipo de Romancera se trasladó al desierto de Utah, al más puro estilo del último desfile de Anthony Vaccarello para Yves Saint Laurent, para mostrar sus nuevas creaciones de cara a la próxima temporada. La fotógrafa Cara Mia ha sido la encargada de inmortalizar los diseños haciendo unas fotos cuya estética me recuerda a películas como Las vírgenes suicidas, Mujercitas o incluso Midsommar.
Los vestidos que acaba de enseñarnos Romancera se caracterizan por sus mangas con volumen, una de las señas de identidad de la firma desde que llegó al mercado nupcial y por su estilo romántico y a la vez fácil de llevar, lo que queda de manifiesto en las imágenes y el vídeo que han publicado en Instagram. Además, la firma apuesta por tejidos naturales y vaporosos que refuerzan ese concepto de belleza sencilla que a su vez se apoya en maquillajes y peinados que van en esa misma línea. Las novias Romancera son divertidas y sin artificios. Están dispuestas a darse su «sí, quiero» al margen de las circunstancias que estamos viviendo.
En contraste con los vestidos encontramos unos pendientes maxi que completan el total white bridal look, que se vuelve a imponer tras el juego de color con lo accesorios de los últimos años.
LA PUESTA EN ESCENA DE LA PRESENTACIÓN
Por supuesto toda esta temática de la sencillez y la naturalidad se apoya en una puesta en escena donde priman los diseños gracias a la, aparente, monocromía de la localización que se mezcla con los colores de los vestidos creando una escena deliciosa. Como ya he comentado, Romancera hizo en septiembre una presentación similar a la que Saint Laurent planteó el 18 de diciembre. Por otra parte también me recuerda a las apuestas de Jacquemus de sus últimas temporadas, primero en un campo de lavandas y este año entre los trigales.
Al igual que la creadora española estos grandes diseñadores internacionales pretenden lo mismo al emplazar los desfiles en estos entornos: hacer que la moda vuelva a ser la protagonista de estos eventos. Quizás sea ahora cuando más sentido cobra esta idea.
Gracias a todo esto la firma rinde homenaje a lo que asevera en su web: «Somos Romancera. Y hacemos vestidos de novia a medida». Una marca que sigue siendo fiel a su filosofía a pesar de encontrarnos en mitad de la tormenta, algo que no es nada sencillo, y, además, elevando su apuesta para seguir creciendo.