Cuando una amiga confía en ti para una ocasión tan especial, el compromiso y la responsabilidad son dobles. Cuando Carmen me dijo que quería que yo crease su estilismo para la boda de su prima, que también organicé, me encantó. Sabía que tenía un reto ante mí que me iba a dar la posibilidad de explorar todas las opciones posibles con su look.

Poco a poco, debido al aplazamiento por segunda vez del evento, fuimos trabajando en el resultado final. Carmen fue una invitada de rosa fucsia y naranja, apostando por los colores vibrantes para celebrar un día de casi verano de lo más esperado por toda la familia. Ella estaba radiante, tanto que me emocioné cuando me despedí en la boda tras verla tan contenta y feliz con el fruto del trabajo conjunto.

Carmen, una invitada de rosa fucsia y naranja

En el verano de 2020 estaba en la playa con mis amigas cuando les conté todo lo que tenía en mente, el inicio de El Plan Be. Carmen estaba allí y desde el primer momento me animó a que tirara del carro con el proyecto y ver su respuesta, así como la de las demás, para mí fue clave para lanzarme. Quizás fue por eso que cuando me comentó que quería que me hiciera cargo de su look para la boda de su prima Inma me hizo tanta ilusión. Su apoyo y confianza era palpable.

La primera vez que nos sentamos fue a comienzos de 2021 y yo iba cargada de nervios e ideas. Carmen quería un diseño a medida y tuvo a bien que yo fuera la encargada de dibujarlo. Entonces le presenté 6 alternativas, entre los cuales para mí había unos claros finalistas. Cuando todo comenzó a tomar forma, la boda sufrió un parón, por lo que el trabajo se quedó en espera durante casi otro año. Sin embargo, eso no fue más que una excusa para seguir aprendiendo y mejorando, de modo que la siguiente vez que nos viéramos todo estuviera más que pulido.

Poco a poco la nueva fecha se acercaba y nos sentamos de nuevo. Parecía en esta ocasión que la boda de verdad llegaba. De nuevo estuvimos viendo los diferentes diseños y alguna que otra propuesta nueva, pero ella le tenía echado el ojo desde el principio a uno de los bocetos: un look de invitada en rosa fucsia y naranja que combinaba los tonos vibrantes tan de moda de la temporada de forma elegante y en su justa medida.

El vestido consistía en una parte superior asimétrica con un volante con mucho volumen y con un hombro al aire. El diseño, con corte a la cintura, se ceñía a su cuerpo y se comenzaba a despegar poco a poco conforme bajaba de las caderas. Era fundamental que estuviera cómoda para poder darlo todo en un día tan esperado, por eso añadimos también un raja al final de la falda. ¿El toque que faltaba? Unos botones grandes que aportaran otro color. Así fue como comenzamos con esta invitada de rosa fucsia y naranja.

La inspiración, salvando las distancias claro está, detrás del modelo era el Yves Saint Laurent de los 80s y principios de los 90s y el revival que han tenido estos diseños hace relativamente poco en pasarela.

Complementando un look en tonos vibrantes

El estilismo de Carmen de partida ya suponía una declaración de intenciones. Ahora llegaba el momento de seguir afinando y elevando el look sin pasarnos de rosca. Había que equilibrar la balanza sin optar por algo básico que aplanara lo que teníamos.

Para el bolso apostamos por un clutch de Paco Martínez en color nude. El borde era dorado tipo espejo salpicado de abalorios de colores. Para los pendientes, un par asimétrico en dorado de Mango Outlet: el más largo para la oreja derecha, ya que ese hombro quedaba al aire, y el pegado para la contraria.

Por último, las sandalias fueron lo más extra de los accesorios: un par verde lima de Marypaz con la altura ideal para Carmen. Nuestra invitada de rosa fucsia y naranja mide 1.80 y no quería crecer mucho más. Además, hay que recordar su máxima de la comodidad. Por otra parte, me gustaba mucho la sujeción que tenía, ya que no acortaba demasiado la pierna, algo que suele pasar con los modelos de pulsera.

Maquillaje y peluquería para una invitada de rosa fucsia y naranja

De cara a plantear el look de belleza para Carmen, teníamos que pensar en el resto del estilismo, al igual que con los accesorios, para que todo quedara compensado. Para la piel, por supuesto, fuimos a por algo natural y jugoso, preparándola bien previamente para que nada se perdiera por las altas temperaturas. Además, queríamos un efecto bronceado saludable, ni naranja ni exagerado.

Para los ojos sí que me pareció divertido incluir algo de color, pero nada de un ahumado obvio o excesivo. ¿La solución? Un eyeliner morado jugando con sombras al tono y rosadas, pero sutiles. La idea era también que el primer tercio del párpado quedara libre y así abriera más la mirada. Queríamos también la pestaña muy trabajada y la ceja natural. De todo esto se encargó Julia de la Olla.

Por último el cabello. La encargada de hacer el peinado ideal para Carmen fue María Martínez, del salón de Rafael Bizcocho. La inspiración era una especie de moño más o menos alto, desenfadado y con algunos mechones sueltos. El pelo suelto no era una opción por dos motivos, las altas temperaturas y el diseño del vestido. A cada parte del look hay que darle su espacio y protagonismo.

Y después de tanta prosa, ¿no te apetece ver el resultado al completo? ¡PUES DESLIZA HACIA ABAJO!

Estilismo, asesoría y diseño del vestido: El Plan Be | @elplanbe.es

Modista: Sofi Martínez

Maquillaje: Julia de la Olla | @juliadelaolla

Peluquería: María Martínez | @hairandmakeup_maria

Pendientes: Mango Outlet

Sandalias: Marypaz | @marypaz_shoes

Clutch: Paco Martínez | @pacomartinezshops